Quiero dar las gracias a Pat Benatar y el chico que le partió el corazón y colgó su fama y su chaqueta de la puerta de las estrellas con el pelo lleno de laca.
Llevaba la vida enganchada al final de las cuerdas de su guitarra, por eso se hizo famosa, la gente pagaba por ver si al fin un día se le descolgaba un trozo en alguna estrofa demasiado cargada de ese odioso agradecimiento que sentía por su amado ganador invencible y tenían la suerte de que cayese algo en primera fila.
Ella siempre fue más lista pues supo vender su alma por una buena canción.
Caminante Johnny solo tenía tu vaso de su parte, mientras tú traficabas con el tiempo que les sobraba a los sentados, tumbados, de pie, haciendo el pino, dormidos, drogados, heridos, quemados, mojados, echados y olvidados en las barras de bares de todo el planeta.
Rompió a llorar cuando los demás se rompían los pantalones.
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Me gusta la frase final que tenías de nick...publica el texto que me djiste, la idea de que somos patéticos debido a que conocemos milimétricamente como eliminar a un vampiro y sin embargo no conocemos en absoluto la teoría para desabrochar las cremalleras que asfixian nuestra vida diaria es muy muy interesante.
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