Tenía la sangre caliente, y seguía entre los demás.
Tenía la sangre caliente, pero no lo que importaba.
Se pasaba el día contando los días que le faltaban, nunca le gustaron los calendarios.
Tenía la sangre caliente, y solo escuchaba si era un buen momento.
Tenía la sangre caliente, pero no cuentes con que siga aquí mañana.
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Tienen cosas chulas, tus textos.
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