Básicamente, la cosa ha ido así;
me escapo, luego frío, calor, un buen título, que a su vez conlleva a usarlo, porque, tener un buen título y no usarlo es de maricas, eso lo sabe hasta el perro de mi vecino, sí, ése, el puto y jodido perro que me ha desvelado más de una noche de sueño inútil pero placentero. Bueno, sigamos, luego del título, vienen las limitaciones cibernéticas, unas pedazo de rameras de esas que regentan los curas cuando está a punto de ponerse a llover, las más sucias. Y he intentado limpiarlo, pero claro, no me lo iban a poner fácil, pensandolo mejor, me alegro, últimamente todo es demasiado fácil, empezaba a aburrirme.
Al final termino, lo dejo lísto y preparado para empezar a ensuciarlo, perfecto y a la vez totalmente vacío, y es en ese instante justo en el que empiezo a oír todo lo demás.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Has conseguido que al terminar el texto no supiese como cojones comenzaba, luego he dudado de mi propia situación espacio-temporal y por último me ha venido a la mente Bob Dylan con sus uñas largas de enorme fuerza simbólica.
ResponderEliminarPero lo he pillado, sé que hablabas de tu proceso de creación del blog. Por cierto menudas fotitos te pones de perfil...tu vas a lo que vas pícara!(te doy mi aprobación)