Elegía a todas las erecciones perdidas.

Sin duda, cada amanecer me muero. Pero eso no es cosa tuya. Mientras todos los demás (y últimamente hasta los de menos) se disfrazan de bacterias, parece que yo perdí mi disfraz o nací sin él. Dicen que no encuentro la diversión, yo les digo que es un edificio del centro, pero los capullos quieren indicaciones. Para qué? No sabrían utilizarla aunque les saltase a la cara como un perro rabioso. Como mucho bailan con ella un rato, o la miran de lejos, y ya creen que son los reyes del mambo. Mis zapatillas piensan lo contrario, y les da por gritarme que para qué las traigo, normal, yo también me cabrearía si me hicieran pisar toda esa mierda para nada, y en ese momento me doy cuenta de que, qué cojones, es que estamos jodidamente rodeados.

Sin duda, cada amanecer me muero, pero sonrío al saber que tú no me sobrevivirás.







No te enteras de una mierda, hoy en día ya nadie toca la guitarra, todos se tocan la polla.

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